GHB, droga de abuso
El GHB es una droga común de abuso entre adolescentes y adultos jóvenes. El GHB puede ser letal, es fácil de fabricar y difícil de detectar en una bebida: una combinación peligrosa.
EL GHB se encuentra disponible como líquido incoloro y, ocasionalmente, con sabor salado. Se usaba como anestésico general en Europa y se vendía en tiendas naturistas para culturistas, pero actualmente es ilegal. Ahora la mayor parte del mercado ilegal se mueve en las discotecas y en las rave.
¿El GHB es adictivo? Cuando se usa clínicamente como tratamiento para la narcolepsia no lo es. Pero cuando su uso es recreativo, como las dosis son más altas que las recomendadas y más frecuentes, se puede desarrollar un síndrome profundo de dependencia.
El GHB puede ser muy tóxico. La sobredosis puede ocurrir fácilmente. Sus síntomas son similares a los de otros sedantes: somnolencia, náuseas, vómitos, dolor de cabeza, pérdida del conocimiento, pérdida de los reflejos y supresión de la respiración, que provoca la muerte. Asimismo, pueden producirse convulsiones epilépticas.
Con frecuencia, el GHB se toma con alcohol, lo que viola la regla cardinal de no combinar sedantes y alcohol. Los efectos tóxicos de las dos sustancias son adictivos, bajan la tensión arterial y disminuyen el oxígeno en la sangre.
Quizás el peor problema del GHB es el desarrollo de la tolerancia y la abstinencia.
Según los psiquiatras que tratan pacientes dependientes del GHB, el desarrollo del problema sigue este patrón: un sujeto descubre que el GHB produce un efecto parecido al del alcohol, y en dosis más altas produce sedación. Después de haberlo usado muchas veces, llega un momento en que el sujeto tiene necesidad de consumirlo cada pocas horas.
El proceso de abstinencia del GHB puede ser devastador para una persona con alta tolerancia y dependencia. Alas pocas horas de dejar el GHB sufre de insomnio, ansiedad y quizás psicosis. Los síntoma físicos son parecidos a los de la abstinencia profunda del alcohol: temblores, agitación, ritmo cardíaco acelerado y tensión arterial alta. Con frecuencia la persona no puede abstenerse sin ayuda médica, lo que generalmente se traduce en una hospitalización.