Dejar el alcoholismo – Signos de riesgo

En la mayoría de los casos, cuando el problema del alcoholismo ya está instaurado en una persona, ésta es la que menos cuenta se da de su existencia o la que lo hace en último lugar. Efectivamente, suelen ser los demás, los que le rodean, quienes perciben antes que para aquella persona el alcohol constituye un daño real.
Son muchos los signos que pueden alertar de esta situación a una persona de su entorno. Algunos de ellos, cuando se hacen evidentes, no son necesariamente indicio de un uso indebido del alcohol, sino que es posible también que se deban a algún otro tipo de crisis por la que esté atravesando. De cualquier modo, son todos ellos sugestivos de que esa persona necesita ayuda.
Se han propuesto los siguientes signos de alarma:
– En cuanto al aspecto físico: cansancio, indiferencia como expresión de falta de energía, pasividad, señales físicas como ojeras, ojos enrojecidos, etc.
– En cuanto al proceso de aprendizaje: dificultades en la concentración, irregularidad en la asistencia a clase, ritmo de estudio desigual con perturbación en el aprendizaje, pasividad para resolver problemas.
– En cuanto al comportamiento: cambios bruscos de humor, postura de resignación y falta de participación, frecuente tendencia al consumismo, incapacidad para tomar decisiones, inhibición de culpas y responsabilidades, rehuir conflictos, sentimientos de debilidad compensados por una falsa apariencia de fuerza, rechazo de ofertas de ayuda, comportamiento agresivo, infracciones del reglamento escolar, estados depresivos.
– En cuanto a la relación con los demás: escasas relaciones con los demás, inhibiciones en el trato con los del otro sexo, mal comportamiento con sus compañeros, cambio frecuente de relaciones, tensiones en las relaciones con los padres y educadores, falta de comunicación sobre las dificultades e inquietudes personales, comportamiento sistemático de oposición.